Las 'I Jornadas sobre Investigación en Historia de la Fotografía, 1839-1939: Un siglo de fotografía', se llevarón a cabo en Zaragoza, organizada por la Institución Fernando el Católico de la Diputación de Zaragoza, en colaboración con la Universidad de Zaragoza, el Observatorio Aragonés de Arte en la Esfera Pública y el Gabinete Técnico Fernández-Barredo.

En este primer encuentro participaron algunos de los principales investigadores internacionales y nacionales de quince universidades, ponentes norteamericanos, rusos, franceses, portugueses, mexicanos, franceses,..., así como fotohistoriadores e investigadores de prestigio como Lee Fontanella, Juan Miguel Sánchez Vigil, José Antonio Hernández Latas, o Marie-Loup Sougez.

Inmaculada García Lozano, técnico en Museología e Investigación Histórica de la Fundación, participó con la ponencia 'El palacio y la colección de los Duques de Fernán Núñez en imágenes 1839-1939', en la que presentó una visión del Palacio a través de los fotógrafos y pintores del siglo XIX y XX. También señaló la importancia que para su conservación ha tenido el convertirse en Sede del Consejo de Administración y Presidencia de Renfe a partir de 1941 y de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles desde 1985.

El Palacio de Fernán Núñez es uno de los edificios del Madrid Isabelino y Romántico más significativo. Adquirido por el XIII Duque de Alburquerque en 1769 y heredado por el VII Conde de Cervellón en 1818, es a partir de 1852, con el matrimonio de la III Duquesa de Fernán Núñez, cuando se inicia la época de mayor esplendor del Palacio, recogida por la prensa ilustrada de la época. A través de la fotografías y los grabados, se puede estudiar la forma en que socializaba la nobleza madrileña durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.

Grandes fotógrafos como J. Laurent se interesaron por este singular espacio y otros como A. Martínez o Hebert por sus famosos bailes de trajes. Durante la Guerra Civil el Palacio es incautado y fotógrafos de la talla de Alfonso, Aurelio Pérez Rioja y Contreras y Vilaseca fotografiarón su interior, mientras que Vicente Moreno documentó sus colecciones de arte.