En la literatura, como en la vida, los vagones
del tren han sido escenario de aventuras, amores,
intrigas y tragedias. Son muchos los autores y
autoras que se han visto seducidos por este medio de
transporte a la hora de situar sus historias: Julio
Verne, Charles Dickens, Emile Zola, Benito Pérez
Galdós, Agatha Christie o Patricia Highsmith, aunque
tal vez nadie como León Tolstoi ha sabido vincularlo
al destino de sus personajes.
Se cumplen casi dos siglos del primer viaje de
ferrocarril entre las poblaciones inglesas de
Stockton y Darlington, allá por el año 1825. En
España, este 2023 celebramos los 175 años del primer
trayecto entre Barcelona y Mataró. Desde entonces,
el tren ha sido el lugar y el contexto perfecto para
reflejar hechos e historias que han marcado nuestro
tiempo. Elena Poniatowska nos dibujó una época y los
cambios sociales a través de las luchas de los
trabajadores ferroviarios; Jorge Semprún, ministro
de Cultura entre 1988 y 1991, del que también
celebramos este 2023 el centenario de su nacimiento,
nos relató un largo y oscuro viaje en tren hacia lo
peor del ser humano. Ese mismo viaje es el que
también nos ofrece Art Spiegelman a través de sus
viñetas, más que nunca necesarias.
Del mismo modo, el tren ha sido fuente de
inspiración para poetas como Pablo Neruda, Joan
Margarit o el propio Antonio Machado, quien da
nombre a estos premios. Un Machado al que no podemos
dejar de imaginar sentado sobre la madera de su
vagón de tercera. Los Premios del Tren Antonio
Machado son uno de los galardones más prestigiosos
del panorama literario español. Desde su primera
convocatoria, en 1977, los autores y autoras que lo
han recibido son una muestra ineludible de su
importancia y valor. Me consta que este año las
1.002 obras presentadas por más de 800 escritores,
procedentes de 28 países, han proporcionado una
ardua tarea al jurado a la hora de elegir los textos
ganadores en las categorías de cuento y poesía.
“…El tren, al caminar, siempre nos hace soñar”,
decía Machado en uno de sus poemas. Hoy ya no
viajamos en vagones de tercera, como el poeta, y la
madera ha dejado paso a otros materiales. Sin
embargo, continúan siendo muchos los autores que
encuentran la inspiración en un tren que cada vez
avanza más rápido, pero que nos sigue obsequiando
con el tiempo. Un tren que siempre nos invita a
disfrutar del paisaje y de una buena lectura. ¡Feliz
viaje!.
Miquel Iceta
Ministro de Cultura y Deporte