El domingo 5 de octubre se realizará un itinerario ferroviario entre las estaciones de Atocha y Delicias.
Con motivo de la XI Semana de la Arquitectura y bajo el lema ‘Más arquitectura, más Madrid’ organizada por el Ayuntamiento de Madrid, el COAM (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid) y la Fundación Arquitectura COAM, el Museo del Ferrocarril participa en el itinerario ‘Las estaciones ferroviarias y el desarrollo de la arquitectura industrial’ que finalizará en la histórica estación de Delicias, uno de los ejemplos de la arquitectura del hierro del siglo XIX, inaugurada en 1880 y sede actual del Museo desde 1984.
En la ruta se rastrearán los restos de conjuntos industriales ferroviarios y se tendrá la oportunidad de observar de una manera directa y contrastada la evolución en el uso y conservación de dos estaciones históricas: Atocha y Delicias. La actividad finalizará en en el Museo del Ferrocarril con una presentación sobre las otras grandes estaciones de Madrid: Príncipe Pío, Chamartín y Nuevos Ministerios.
La XI Semana de la Arquitectura
La Semana de la Arquitectura se desarrolla con el objetivo de difundir el trabajo de los arquitectos para que los ciudadanos puedan apropiarse, aprender a disfrutar y valorar la arquitectura y el paisaje urbano. Se realizan visitas guiadas a 31 edificios y más de 30 itinerarios urbanos de interés, que la Fundación tiene previsto prolongar a lo largo de todo el año.
La Comunidad de Madrid se llena de actividad en universidades, museos, fundaciones, empresas y embajadas que se unen con múltiples exposiciones, conferencias y debates, con el hilo conductor de los días temáticos que tienen su foco en LASEDE COAM.
La estación de Delicias
El proyecto de la estación fue realizado por el ingeniero francés Emile Cachelievre, quien utilizó las más modernas técnicas constructivas que, por su parte, Henri de Dion había aplicado con gran éxito en la Galería de Máquinas de la Exposición Universal de París de 1878. La armadura de hierro se preparó en Francia, en los talleres de la compañía Fives Lille (constructora del hoy desaparecido Hipódromo de París y, posteriormente, de la estación de Orsay). La firma francesa desplazó hasta Madrid a uno de sus ingenieros, Vaseille, para montar la estación y aquí tuvo la colaboración de tres ingenieros españoles: Bonifacio Espinal, Enrique Ulierte y Gutiérrez Calleja (este último, profesor de la Escuela de Ingenieros de caminos al frente de la cátedra de ferrocarriles).
La nave de las Delicias fue el primero y más amplio espacio diáfano que se construyó en Madrid con una moderna estructura metálica. Posteriormente vendrían las estaciones del Norte, en 1882, y Atocha, en 1892.
Construida como terminal de la nueva línea ferroviaria directa de Madrid a Ciudad Real, se inauguró el 30 de marzo de 1880 y el acto contó con la presencia del rey Alfonso XII y el presidente del Consejo de Ministros de España, Cánovas del Castillo, además de otras autoridades. Sin embargo, la estación no sería utilizada por la compañía constructora, ya que fue absorbida por la de Madrid-Zaragoza-Alicante (M.Z.A.), y como ésta contaba con sus instalaciones de Atocha vendió la estación a otra Compañía recién creada: la de Madrid-Cáceres-Portugal (M.C.P.). A partir de ese momento Delicias se convierte en la estación término de la línea funcionando como una estación con carácter internacional, ya que enlazaba dos capitales europeas, Madrid y Lisboa, con trenes directos y un tráfico mixto, dedicado tanto al transporte de mercancías como al de viajeros.
En 1928, la Compañía M.C.P. fue reconvertida en Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste de España y en 1941, al producirse la nacionalización de los ferrocarriles españoles, quedó integrada definitivamente en Renfe.
El cierre de la estación de Delicias tuvo su origen inmediato en la conclusión de los enlaces ferroviarios de Madrid y la nueva estación de Chamartín que liberó de tráfico a la estación de Atocha. Así, el 30 de junio de 1969 dejó de prestar servicio de viajeros aunque la estación permaneció en servicio hasta 1971, año de su clausura.
En 1981 se produce un acontecimiento trascendental en la historia de la estación de Delicias: la resolución de la Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas por la que se acuerda tener por incoado expediente de declaración de monumento histórico-artístico a favor de la estación. Un año antes se había firmado un acuerdo entre Renfe y el Ministerio de Cultura, según el cual la estación de las Delicias cobijaría el Museo Nacional de la Ciencia y de la Tecnología y el Museo Nacional del Ferrocarril. Terminadas las obras de adecuación del edificio a su nueva función, el Museo del Ferrocarril abrió sus puertas al público en su nuevo emplazamiento, el 19 de diciembre de 1984.
Más información: www.museodelferrocarril.org