La decisión de adoptar un ancho de vía de 1.668 mm para el ferrocarril español, una medida diferente a la que se estaba empezando a imponer en otros países europeos, nos aisló del resto de Europa durante décadas. Con la participación de Miguel Muñoz (FFE), Javier Vidal (Universidad de Alicante) y Mariano Martínez Lledó (Adif), se exponen las razones que llevaron a la adopción del ancho ibérico, las principales consecuencias y las soluciones que se han puesto en práctica para que no se interrumpa el tráfico con el resto de Europa ni en el interior de la Península, en la transición entre la red convencional y la de alta velocidad.