Diez viaductos, doce túneles, entre ellos el de Pajares que, con sus 25 kilómetros de longitud, es el séptimo túnel ferroviario más largo de Europa. 5.000 operarios trabajando simultáneamente, al igual que las cinco tuneladoras que, con un peso de 2.000 toneladas cada una y la longitud similar a la de la Torre Eiffel, horadaron la Cordillera Cantábrica. Son algunas de las cifras que dan la magnitud de lo que ha sido conectar León y Asturias a través de la Variante de Pajares, la obra de ingeniería más compleja realizada nunca en nuestro país.