La colaboración entre Integria Renfe, la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid ha permitido que una locomotora diésel haya sido considerada vehículo histórico.
La Fundación de Ferrocarriles Españoles y la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid ha firmado un convenio de cesión por el cual esta asociación asume la custodia y el compromiso de poner en orden de marcha la locomotora 333.107. Este compromiso de rehabilitación no solo es a efectos técnicos, sino de cumplimiento de los estrictos requerimientos jurídicos vigentes en el campo de los vehículos históricos dictados al respecto por Adif y el Ministerio de Fomento.
La cesión da continuidad a otra firma de un convenio similar, realizado un mes antes, entre el director gerente de la Fundación, D. Alberto García Alvarez y Jerónimo García, director de Renfe Fabricación y Mantenimiento, Integria, para quien la locomotora prestó sus últimos servicios oficiales para transporte de vehículos entre instalaciones, cerrando una larga historia iniciada en 1974, cuando salió de las naves de Macosa, en Valencia con el 1464 como número de fábrica.
En 1999, como a las siete locomotoras de la subserie 100 se le cambiaron los bogies para aumentar su velocidad hasta los 140 km/h. Ya antes había recibido los colores “tracción Renfe”, amarillo y negro, perdiendo la librea original verde y amarilla. Tras quedar un tiempo apartada, en 2010 fue rescatada por Integria para sus servicios internos. Desde 2006, lucía la actual identidad corporativa de Renfe, blanca con franja morada.
La locomotora ha estado en servicio hasta 2013 y ahora ha sido rescatada para estar al frente de los trenes históricos de los voluntarios madrileños de la AAFM, el ya famoso Tren de los Ochenta, y colaborar en algunas circulaciones históricas de la Fundación.