Cookie Consent by Free Privacy Policy Generator El Museo del Ferrocarril de Madrid restaura nuevas piezas ferroviarias para su exposición permanente
02/02/2022

El Museo del Ferrocarril de Madrid restaura nuevas piezas ferroviarias para su exposición permanente


El Museo del Ferrocarril de Madrid restaura nuevas piezas ferroviarias para su exposición permanente

Las piezas recién instaladas en el Museo, cedidas por Adif, son una señal mecánica de parada diferida y una aguada, que han llegado junto a un medidor de gálibo y una vagoneta portabobinas para el tendido de catenaria.


A lo largo del mes de enero se han restaurado en el Museo del Ferrocarril de Madrid dos significativas piezas ferroviarias cedidas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif): una señal mecánica de parada diferida y una grúa hidráulica o aguada. Estos dos elementos llegaron al Museo en agosto del año pasado, junto con un medidor de gálibo y una vagoneta portabobinas para el tendido de catenaria. Hasta esa fecha, todos ellos se encontraban preservados y en exposición en un recinto ajardinado del exterior de las dependencias de Adif en Chamartín. Las obras de remodelación y ampliación de vías de la estación de Madrid Chamartín-Clara Campoamor han requerido su traslado a su nuevo emplazamiento.

La señal y la aguada, ahora totalmente restauradas y repintadas en sus colores originales por el equipo de mantenimiento del Museo, completan la exposición permanente y permiten transmitir a los visitantes cómo era su uso y funcionamiento ferroviario.

La señal mecánica compuesta de parada diferida ha sido instalada junto a la locomotora de vapor 020-0231 ‘Cuco’ situada en pedestal en el exterior del Museo. Su función era proteger a distancia las estaciones sin señal de entrada, ordenando al maquinista ponerse en condiciones de parar ante el poste de punto protegido y, si nada se oponía, circular desde el mismo con marcha de maniobras para parar ante la primera aguja. En origen contaba con un sistema de accionamiento mecánico que le permitía cambiar de posición. Cuando la pantalla circular de color rojo se situaba perpendicular a la vía, la indicación que daba era de anuncio de precaución. También disponía de un farol, situado tras el orificio de la pantalla, que emitía una luz roja durante la noche o cuando había mala visibilidad.

La aguada ha sido instalada por Azvi, empresa encargada de su reubicación, en la playa de vías del Museo. En los tiempos del vapor las aguadas fueron elementos imprescindibles para la explotación ferroviaria. Su funcionamiento para el repostaje de las locomotoras de vapor era sencillo: su brazo articulado se situaba paralelo a las vías mientras no se utilizaba, para no interceptar la circulación, girándose cuando era necesario para rellenar de agua los depósitos de las locomotoras.

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