Cookie Consent by Free Privacy Policy Generator Pieza destacada del Museo del Ferrocarril de Madrid: modelo de locomotora de vapor del Ferrocarril de Madrid a Aranjuez.
13/04/2021

Pieza destacada del Museo del Ferrocarril de Madrid: modelo de locomotora de vapor del Ferrocarril de Madrid a Aranjuez.


Pieza destacada del Museo del Ferrocarril de Madrid: modelo de locomotora de vapor del Ferrocarril de Madrid a Aranjuez.

La locomotora reproducida a escala está inspirada en las que realizaron el viaje inaugural de la segunda línea ferroviaria de la Península, el 9 de febrero de 1851


A la sección “Piezas destacadas” de la web del Museo del Ferrocarril de Madrid se acaba de incorporar el modelo de locomotora de vapor del Ferrocarril de Madrid a Aranjuez, la primera línea de ferrocarril de la Comunidad de Madrid y la segunda de la Península, tras la inauguración, en 1848, del Barcelona-Mataró. El pasado 9 de febrero se cumplieron 170 años del viaje inaugural de este primer ferrocarril madrileño, que sería el eslabón inicial de una línea ferroviaria que en 1858 alcanzaría el puerto mediterráneo de Alicante, siendo así la primera línea radial finalizada en España.

Ese 9 de febrero de 1851 sólo circularon siete locomotoras de las ocho que se habían adquirido para la ocasión. La prensa las presentó al público la víspera de tan solemne acontecimiento: “1. Isabel, 2. Madrileña, 3. Cristina, 4. Francisco de Asís, 5. Hernán-Cortés, 6. Anónima, 7. Ídem, 8. Sin montar y anónima”. Las cuatro primeras fueron construidas por la casa inglesa Stothert, Slaugther & Co., de Bristol, y las otras cuatro por la sociedad belga de Sant Léonard, de Lieja.

Todas eran de características técnicas similares: rodaje 120 (dos ruedas acopladas a cada lado, con una libre que las precedía), caldera de cuerpo bajo, todas de alta presión –hasta 5 atmósferas– con cilindros exteriores y expansión variable, que se obtenía mediante bomba, con una palanca que se movía a brazo por el maquinista. Con una potencia de 186 caballos, sus dimensiones principales fueron calculadas para que pudiesen arrastrar en la pendiente máxima de la vía un peso total de 95 a 100 toneladas, incluido el ténder, a la velocidad de cuatro leguas españolas por hora (unos 32 km/h).

Sin embargo, de la información que se recoge en los libros de registro de la propia compañía y en el Manual del ferro-carril de Madrid a Aranjuez de 1851, de las imágenes que aparecen en los grabados de la época y por los detalles de otras máquinas contemporáneas, se concluye que sí existían diferencias entre locomotoras belgas e inglesas. Las primeras respondían al modelo clásico de caldera alargada “longboiler”, con el hogar en porte falso coronado por una cúpula de forma ojival y un diámetro de ruedas motrices de 1.540 mm (del tipo introducido por Stephenson), mientras que las inglesas carecían de dicha cúpula ojival, portaban un domo en el centro de la caldera y las ruedas motrices tenían un diámetro de 1.700 mm.

Con estos datos, Gustavo Reder, ingeniero, vicepresidente y socio fundador de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid, dibujó en 1956 los planos del tipo belga para realizar un modelo a escala que dicha asociación regaló en mayo de 1957 a RENFE. La pieza, presentada sobre una peana de madera en la que se instalaron la vía y sus traviesas, es un trabajo artesanal de exquisita factura que reproduce con escogidos materiales y todo tipo detalles el modelo de locomotora que la Société Sant Léonard fabricó para el Ferrocarril de Madrid-Aranjuez, y no la locomotora “Madrileña”, de fabricación inglesa, a la que durante décadas se ha asociado erróneamente la imagen de este modelo.

Está construida a una rara escala 1:28,5, que obedece al tamaño de las ruedas de modelismo adquiridas en Inglaterra para su montaje. Una década después, en 1967