Page 38 - Premios del Tren 2023
P. 38
forma de ahuyentar. El que se había parado junto a mí, sin mirarme,
mirando como yo hacia abajo, hacia el mar, hacia el abismo. Como
ahora volvíamos a mirar.
Dejé que esta vez fuera él quien tomara la iniciativa. Se lo debía.
Por eso sin duda me había escrito y me había dado cita aquí. Sentí su
mano en mi espalda, mis pies resbalando en la piedra mojada del
margen del camino. Pensé que si fuera de noche olería las madresel-
vas. Sentí el vértigo de la caída. Sentí el frío del agua, la angustia de
la ropa mojada ciñéndome el cuerpo, volviéndolo más pesado, arras-
trándome hacia el fondo. Lamenté profundamente no haber aprendi-
do nunca a nadar. Noté en la boca el sabor salado y amargo del agua
marina, y cuando ya no pude retener más la respiración la sentí pe-
netrar poco a poco en mis pulmones. Y fue entonces cuando por fin
lo entendí todo.
Había comprado un billete de ida y vuelta, y he aquí que ida y
vuelta se confundían, eran una y una misma cosa: yo creía haber ido
a Villamarina, pero en realidad había vuelto. Porque creemos que
nos vamos, pero no nos vamos. Creemos que volvemos, pero no vol-
vemos. Creemos que somos perseguidos, y en realidad somos noso-
tros los que perseguimos. El pez se muerde la cola, se cierra el círcu-
lo, se enrosca el tiempo.
38