Page 79 - Premios del Tren 2023
P. 79

te  de  afuera.  Las  duchas  están  en  el  almacén  donde  trabajan.  En

                realidad,  no  son  duchas,  son  grifos  con  mangueras  que  usan  para
                ducharse. Y el almacén es la nave más alejada de una granja lechera

                en medio del campo.

                     La tercera vez que Arturo estuvo con Rosa, le pidió poder darse
                un baño en su bañera. Ella accedió con una sonrisa, llenó la tina de

                agua templada y puso una bola azul de sales que hacía espuma. Él se

                sumergió poco a poco en el agua como si fuera un bautizo ritual y
                ella se arrodilló desde el exterior del borde y le frotó la espalda con

                ternura. Acaban de hacer el amor y se miraban tímidos y sonrientes

                sin conocerse demasiado. Tres noches apasionadas y un baño de es-
                puma  hicieron  que  Arturo  sintiera  una  genuina  alegría,  dormir  en

                una cama de verdad, bañarse en una tina grande y contemplar a esa
                mujer que le había invitado a pasar algunas noches en su apartamen-

                to con naturalidad, como si todo estuviera bien, como si el mundo

                fuera un lugar amable.
                     La vida de Rosa, una leonesa de nariz afilada y cara pecosa que

                daba clases en un instituto de Madrid, había dado un giro interesan-
                te  el  día  que  se  apuntó  al  programa  de  profesora  visitante  para  ir

                destinada durante un par de años a un centro de secundaria en los

                Estados Unidos. Le había tocado en un pueblito de casi tres mil habi-
                tantes en el estado de Vermont. La calle principal todavía conservaba

                el encanto de una época anterior a las autopistas cuando el tren era

                la arteria de los pueblos y las ciudades. La vistosa estación seguía
                allí, aunque apenas parasen trenes de pasajeros. Parecía un antiguo

                museo y le habían contado a Rosa que, un siglo atrás, pasaban muy

                frecuentemente los trenes llenos de bulliciosos pasajeros haciendo el
                trayecto de Boston a Montreal, o el de Nueva York a la ciudad de

                Quebec. Aquel era otro mundo, ahora Estados Unidos había perdido
                el encanto de los viajes apacibles en tren de pasajeros, y ella, para lle-





                                                            79
   74   75   76   77   78   79   80   81   82   83   84