Page 65 - Premios del Tren 2023
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mar. Ésa, no era noche de acatar normas, más aún, sabiendo que via-
jaría solo. Su secretaria le había reservado el compartimento entero.
Fumar... aunque ya, no fumara. Dos años sin exhalar el humo nocivo
ni inspirar unas cuantas probabilidades de cáncer de pulmón –
Basilio nunca fumó– ironizó en voz alta. Obviamente no llevaba ta-
baco, pero se sintió culpable por desearlo. Cerró la pantalla del orde-
nador y optó por el último caramelo que le quedaba. Lima-limón. Lo
saboreó despacio, dejándose llevar por el traqueteo del tren mientras
contemplaba el paisaje. Tras pasar la noche anterior en el tanatorio,
relajarse era lo más sensato. Recostó la cabeza y se fue aflojando...
Adoraba viajar en tren, disfrutando del trayecto. Apreciaba la op-
ción de moverse con cierta libertad, tomarse algo en el coche bar o
cenar en el restaurante, conocer gente, charlar, observar la vida den-
tro o tras la ventanilla, incluso echar una cabezadita. De niño, procu-
raba no dormirse por no perderse posibles aventuras. Su abuelo de-
cía: «Cuando permaneces despierto y atento, es cuando ocurren las
cosas» Detestaba conducir. Le causaba una turbadora desazón no te-
ner el control absoluto. Tenía pánico a volar. Jamás consintió subirse
a un avión, a pesar de las limitaciones implícitas, ni siquiera en aque-
lla ocasión especial del dichoso viaje de novios. Susana, interpretó su
vasto repertorio de argumentos para convencerle pues, más que la
boda, deseaba una luna de miel de ensueño en una suite de hotel de
lujo con todo incluido. La idea de tumbarse sobre la arena cálida y
aterciopelada de una de esas playas paradisíacas del Caribe, le fasci-
naba. Sus tácticas fracasaron. Fueron a Paris… en tren.
Percibió un regusto amargo en la boca. Una pastosa emulsión de
melaza y bilis le embozaba la lengua provocándole náuseas. Al cam-
biarse de postura, la vio. Ella, le observaba con sutil indulgencia. Se
apresuró a limpiarse el hilillo de saliva cristalizado que descendía
por su barbilla y se irguió confuso. –Buenas noches. Me tocó un
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