Page 249 - I Concurso literario Miguel delibes
P. 249

1   Certamen


 Literatura  Infantil


 Miguel Delibes












 Recordando y reviviendo, se olvidó del presente y se le hizo tarde.   Poco a poco fue madurando, era un chico bajito, con pelo castaño muy ágil


                           y veloz.


 Los niños del poblado del valle, llegarían pronto y él no había desayunado.


                           Le encantaba jugar con su hermano gemelo Lei  y con su amiga Ayla.

 Echó de menos el olor matutino del amargo café pero decidió que tendría


 que esperar.              Después de ir a la escuela, subían al lago para jugar entre los pinos de las


                           orillas.


 No le dio tiempo ni a encender la chimenea, y los niños empezaron a llegar

 ansiosos por oír más historias, como todos los días.    Cuando atardecía bajaban todo el valle y se dirigían a las vías del tren.






 Cuando todos los niños se sentaron y se quedaron inmóviles y callados, él   Allí se despedían e imaginaban a qué sitios podrían viajar en esa misteriosa


 empezó a contar:          locomotora.





 Desde el principio de todo, el origen, desde el ‘alfa’ de su vida.   Toda su infancia se resumió  en esa  rutina y su imaginación,  pero se


                           terminaron haciendo mayores y cada uno escogió su camino en la vida.


 Y resulta que esta historia, esta biografía comenzaba en el mismo valle, en


 una cabaña del poblado ochenta años atrás, con un llanto de un niño peculiar   Los  dos hermanos se dedicaban a cuidar a la familia y sostenerla  con

 con ojos color gris como las nubes de tormenta.    pequeños trabajos, pero su amiga Ayla pertenecía a una familia con más


                           recursos y sus padres la mandaron a estudiar a un sitio con mares avances,


 Por este motivo, sus padres decidieron llamarle Kin, (que significa sol).   según sus padres, una ‘ciudad’.






 Ellos decían que era un rayo de luz entre todas las nubes, por fuertes que   Estos niños en cuerpos de adultos, acostumbrados a un sitio muy cómodo

 fueran.                   para ellos, no entendían la necesidad de irse, pero los padres de Ayla la


                           obligaron.


 Creció al lado de la locomotora de vapor en la que tanto deseaba viajar.







 248                                                                                                                                                                                                                    249
   244   245   246   247   248   249   250   251   252   253   254