Page 251 - I Concurso literario Miguel delibes
P. 251

1   Certamen


 Literatura  Infantil


 Miguel Delibes












 La última tarde con ella fue muy triste. Como despedida hicieron la misma   Ellos  cada  vez estaban  más  desesperados,  compraban medicinas  pero no


 rutina que siempre pero no fue tan divertida.   mejoraban y se quedaban sin dinero.






 Nadie hablaba y ni jugaron ni se divirtieron.   Un día, con el atardecer de fondo y el sonido de la locomotora, fallecieron

                           los dos a la vez, sincronizados como siempre vivieron.


 La despidieron en el tren de siempre, con el atardecer de siempre, pero esta


 vez no sabrían si la iban a poder ver otra vez.   Su hermano y él, les enterraron y prepararon el funeral con el poco dinero


                           que les quedaba. Kin, cada vez veía peor a su hermano y le preocupaba que

 Ayla les prometió que les mandaría cartas y seguirían en contacto. Pero de   se le acabasen las ganas de vivir.


 lo que ellos no se daban cuenta era que nunca volverían a ser los niños de


 siempre.                  Unos días más tarde, Kin llegó un poco después a la cabaña de lo normal, y


                           se encontró a su hermano subido al tejado y se temió lo peor.


 Pasaron dos o tres años bastante tristes. En los primeros meses les escribía


 casi a diario, contando sus aventuras. Siempre les hablaba de sus amigos,   Corrió a intentar pararle, pero un poco antes él le gritó: ‘Lo siento Kin, pero

 de todo lo que aprendía, de las cosas alucinantes que había en la ciudad…  no nos queda nada, Ayla, nuestra única amiga no se acuerda de nosotros, no


                           nos queda familia ni futuro’. ‘Esa locomotora nos ha quitado todo’.


 Ellos  las  leían con nostalgia,  desde  unos ojos  ya  adultos  y maduros,  ya


 cansados del exceso de trabajo y horas de sol.   Se oyó un grito que desgarró el cielo, y justo después, el sonido de un golpe

                           seco con ecos de muerte. Finalmente Lei se reunió con sus padres. Kin no


 Pero el tiempo deterioraba cada vez más su relación con Ayla y, al final,   pudo hacer nada.


 prácticamente ni les escribía.


                           Cada vez más desesperado por la situación económica y sin ganas de vivir,


 Los hermanos siguieron trabajando para sostener a sus padres, hasta que   no sabía qué hacer.

 llegó el día que los dos enfermaron.











 250                                                                                                                                                                                                                    251
   246   247   248   249   250   251   252   253   254   255   256