Page 197 - I Concurso literario Miguel delibes
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1   Certamen


 Literatura  Infantil


 Miguel Delibes












 ¡me había desaparecido el móvil! No podía ser. ¿Qué le diría a mi madre?   Salimos del tren y le presenté a  Fedor a mi hermana Anna. Estuvimos


 Tenía que encontrarlo antes de llegar. Busqué por el suelo, los asientos…   jugando  mucho rato.  También  nos quedamos a dormir allí, ya que  nos


                           esperaba un viaje largo y teníamos que recuperar muchas fuerzas.


 Empecé a preguntar a los demás viajeros por si lo habían visto. Me dijeron

 que un niño del vagón 11 tenía un móvil.    Salimos  en  el  tren hacia España, pero  eso sí, era un  viaje  larguísimo,


                           dieciocho horas. Al principio me puse triste otra vez, pero me obligué a ser


 Desesperado fui al otro vagón y encontré al niño del móvil. Le pregunté   optimista porque no todo podía ser malo.


 si me lo podía devolver y me dijo que no, que era suyo y que yo no podía   Al rato, el tren se paró por una avería y dijeron que tardaríamos más, así

 demostrar  lo contrario. Me enfadé mucho y le dije que sí que lo podía   que rápidamente cogí 30 grivnas de mi bolsa para comprar algo de comida


 demostrar, pero en realidad no sabía cómo.     y agua, por si llevaba mucho rato reparar el tren. Menos mal que no llevó


                           mucho tiempo repararlo y nos dio un alivio tremendo. Por otro lado, me


 Llegamos a Duisburgo y nos quedamos a dormir. Al día siguiente, cuando   percaté de que había que utilizar euros y no pude comprar nada.


 volvimos a subir al tren, me puse a pensar cómo podía demostrar que el


 móvil que el niño tenía era el mío.     Pasé mucho rato mirando por la ventana, admirando el paisaje cambiante de

                           Francia con toda su naturaleza. Pronto cruzaremos hacia España. Ya queda


 Me senté en el vagón, y mi hermana se sentó a mi lado.    poco tiempo para llegar. La próxima parada y definitiva es la estación de


                           Atocha en Madrid.


 - ¿Me enseñas las fotos de tu móvil? - Me preguntó.

                           Cierro los ojos con fuerza y deseo con toda mi alma que nos vaya a todos


 - ¡Pues claro! ¡Mis fotos! - Grité emocionado.    bien. Que permanezcamos juntos. Que mi familia esté unida de nuevo con


                           mi padre. Y que alguna vez podamos regresar de nuevo a nuestro país.


 Fui corriendo al vagón 11 a por el niño, miré las fotos y, en efecto, era mi


 móvil. Me lo devolvió a regañadientes y cuando me di cuenta ya habíamos   ¿Será España nuestra nueva oportunidad de ser felices?

 llegado a nuestra tercera parada, Luisburgo (Alemania).










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