Page 238 - I Concurso literario Miguel delibes
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1   Certamen


              Literatura  Infantil


                Miguel Delibes












                              Decidimos seguir explorando y en un lateral vimos una pequeña luz. Al quitar                                                                                                                                                                 con dinamita y nos llevamos el dinero y las joyas que había dentro. Cuando


                              las ramas, resultó ser una salida al exterior que estaba situada al otro lado                                                                                                                                                                todo ya estaba hecho, pusimos dinamita en las montañas para que cayeran


                              de la montaña.                                                                                                                                                                                                                               piedras en la entrada y esconder así el tren. También tapamos nuestra salida


                                                                                                                                                                                                                                                                           con arbustos. Repartimos el dinero entre todos los del pueblo y también les

                              Salimos y nos dio mucha alegría respirar aire fresco. Mientras caminábamos                                                                                                                                                                   dimos una parte al maquinista y al señor de correos, quienes se fueron del


                              de vuelta al pueblo, nuestras cabezas no paraban de dar vueltas a lo que                                                                                                                                                                     pueblo, para que no les preguntase la policía. Con el dinero el pueblo mejoró


                              habíamos descubierto y cómo se lo íbamos a  contar a nuestros padres,                                                                                                                                                                        y salimos de pobres. Y ésta es la historia del tren.


                              porque algo muy raro había ocurrido allí.


                                                                                                                                                                                                                                                                           Cuando la pandilla escuchó la historia, fue a preguntárselo también a las

                              Al llegar al pueblo,  nuestras  familias  estaban muy preocupadas, incluso                                                                                                                                                                   personas mayores del pueblo y ahora sí que les dijeron la verdad.


                              habían pensado preparar una patrulla de búsqueda con la ayuda de la Guardia


                              civil, pero iban a esperar un poco, hasta que fuera media noche.                                                                                                                                                                             Por último, la  pandilla  se fue  con  un  gran  descubrimiento y  comenzó a


                                                                                                                                                                                                                                                                           llamarse ‘Los colegas detectives’.


                              Cuando llegamos, nuestros padres nos preguntaron porque llegábamos tan

                              tarde, y cuando les dijimos lo del tren no nos creyeron.






                              Al día siguiente, la pandilla fue a preguntar a Eustaquio que tenía 104 años


                              si sabía algo del tren, y él nos contó lo siguiente:





                              - ¡Si, yo lo sé todo!  Lo que pasó fue que nosotros sabíamos que iba a pasar


                              un tren con mucho dinero y sin gente. Por suerte, el maquinista era del


                              pueblo y llegamos a un acuerdo con el responsable de correos, que vigilaba la


                              caja fuerte. El plan era que el maquinista llevase el tren al túnel sin salida

                              que habíamos construido. También creamos un pasadizo, para poder salir


                              andando. Una vez el tren estuvo dentro, hicimos explotar la caja fuerte







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