Page 259 - I Concurso literario Miguel delibes
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1 Certamen
Literatura Infantil
Miguel Delibes
Nos acomodamos y elegimos literas. Como era hora de cenar, decidimos ir Ya empezábamos a preocuparnos, pero lo que realmente nos puso los pelos
al vagón cafetería para comer algo. Mientras estábamos allí, el tren llegó a de punta es que al regresar a mi compartimento también Mario había
la siguiente estación y vimos subir a bastante gente. desaparecido.
Al volver a nuestro compartimento descubrimos que las otras dos literas Al principio pensamos que la desaparición de Álvaro podía ser una broma
habían sido ocupadas por chicos que también se dirigían al campeonato de pero al perder también a Mario nos dimos cuenta que esto era algo serio.
matemáticas. Muy nerviosos decidimos acudir a nuestros profesores, Federico y Clementina,
que nos acompañaban en este viaje.
Estuvimos charlando un rato y se hizo la hora de acostarnos. Yo decidí salir a
buscar un servicio y dejé a Álvaro y a los otros dos chicos metiéndose en sus camas. Ellos se pusieron en contacto con el revisor y le contaron lo que había sucedido.
Como me costó encontrarlo, tardé un ratito en volver y al abrir la puerta La búsqueda era muy complicada pues el tren estaba lleno de chavales que
de nuestro compartimento vi que los chavales ya estaban dormidos y la habían ido subiendo en las distintas paradas y que también se dirigían al
litera de Álvaro estaba vacía. Imaginé que se había acercado a charlar un campeonato de matemáticas.
rato con nuestros amigos y pensé en esperarle. Pasó un buen rato y como
no volvía, fui a buscarle. Cuando pregunté a Jaime y a los demás por él me El revisor avisó por megafonía de la desaparición de dos chicos, pidiéndoles
dijeron que no estaba con ellos. que acudieran a la cafetería si oían este mensaje y solicitando la ayuda de
los demás pasajeros del tren. Esperamos media hora pero fue en vano.
Entre todos decidimos recorrer el tren buscándole, Mario pensó que era
buena idea que él se quedara en mi compartimento por si acaso Álvaro Cuando ya estábamos desesperados y pensando en llamar a la policía, el
volvía. maquinista le informó al revisor que había recibido una llamada desde
la última estación en la que habíamos parado comunicándole que había
Fuimos de una punta a otra del tren mirando en la cafetería, los baños y aparecido dormido en un banco un chico de unos 12 años. Cuando consiguieron
todos los recovecos que encontramos. Tardamos cerca de una hora pero ni despertarle, les dijo que se llamaba Mario, que iba en el tren Miguel Delibes
rastro de nuestro amigo. con sus amigos y que no sabía cómo había llegado hasta allí.
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