Page 36 - I Concurso literario Miguel delibes
P. 36

1   Certamen


              Literatura  Infantil


                Miguel Delibes












                              Salimos  corriendo  detrás  de él y cuando por fin lo alcanzamos,  Zoe lo                                                                                                                                                                    - Tenéis razón, no debería hacer eso pero  no puedo evitarlo – el camarero


                              agarra de la mochila y cae al suelo. Al caerse soltó a Rayo y Pablo lo cogió                                                                                                                                                                 estaba sollozando.


                              rápidamente. Una vez que estaba en el suelo le quitamos la capucha y no


                              me lo podía creer:                                                                                                                                                                                                                           - ¡Umhhh! Creo que sé cómo podemos solucionar esto... – dice mi hermana.





                              - ¡El camarero! – decimos los tres a la vez.                                                                                                                                                                                                 En la siguiente parada entra la policía y se lleva al camarero detenido.






                              - ¿Y ahora qué hacemos? – dice Pablo.                                                                                                                                                                                                        Al poco rato llegamos a  París, se despierta mi madre y suelta:





                              - Avisar al revisor para que llame a la policía – digo yo.                                                                                                                                                                                   - Qué viaje más tranquilito hemos tenido ¿verdad?






                              - ¡Voy a buscarle! Quedaros aquí, que no se escape – dice Zoe.                                                                                                                                                                               - Ja, ja– no podemos parar de reírnos.





                              A los pocos minutos, mi hermana viene con el revisor. Ya han avisado a la                                                                                                                                                                    - ¡Guau! ¡Guau! – dice Rayo y empieza a lamerle la cara a Clara.


                              policía y en la próxima parada le estarán esperando para detenerle.


                                                                                                                                                                                                                                                                           Pasamos unas vacaciones fantásticas en París. Visitamos la torre Eiffel y


                              - Ahora solamente queda saber por qué hacía eso a los perritos – dice Zoe.                                                                                                                                                                   el museo del Louvre. El viaje de vuelta fue muy tranquilo, pero aún nos

                                                                                                                                                                                                                                                                           quedaba algo por hacer….


                              - Cuando yo era niño me quitaron a mi perro. Nunca volví a verlo. Ahora


                              lo pago con los demás para que vean lo que se siente cuando le hacen algo                                                                                                                                                                    Cuando llegamos a España, el padre de Pablo que es policía, nos ayudó a


                              a tu perro – dice el camarero entristecido.                                                                                                                                                                                                  localizar al camarero. Fuimos a una protectora, elegimos un perrito y lo


                                                                                                                                                                                                                                                                           llevamos a casa del camarero:

                              - ¿Y qué ganas con eso? ¿Vas a recuperar a tu perro así? ¿Te sientes mejor


                              haciendo daño a otras personas? – le pregunto.                                                                                                                                                                                               - Pero… ¿qué hacéis aquí? Ya os pedí perdón– dijo extrañado.











                 36                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       37
   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40   41