Page 109 - I Concurso literario Miguel delibes
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1 Certamen
Literatura Infantil
Miguel Delibes
Se pasó todo el viaje imaginado mil aventuras como las que su abuelo había La tranquilidad del pueblo volvió a romperse porque faltaban muchas monedas
vivido. El viaje ya llegaba a su fin. Después de tres horas montado en el tren de oro del banco de Rastrojo, el pueblo del abuelo de Luso. Faltaban
llego al pueblo de su abuelo. Fue un viaje muy tranquilo y eso era muy raro. unas cuatro mil quinientos sesenta y ocho monedas de oro, pero también
Luso pasaría dos días con su abuelo, quien le recibió con un gran abrazo. Le faltaban dos mil ochocientas setenta y tres monedas de plata. Por suerte,
presento al sheriff del pueblo quien le contó que tenía un duelo con “Dan, los bandidos no pudieron encontrar las piedras preciosas como diamantes y
el sucio”, un bandido que robaba bancos y estaba atemorizando al pueblo. esmeraldas, ya que estaban en una caja fuerte muy escondida.
En plena calle central del pueblo se encontraban los dos duelistas. Luso y su El abuelo de Luso escucho que los bandidos se iban dirección a la estación,
abuelo estaban en la azotea de la casa, viendo como empezaban a contar, entonces recordó que había un vagón abandonado donde podrían esconderse
y de repente… ¡BANG, BANG! con lo que habían robado y luego podrían huir en el tren.
‘Dan, el sucio’ cayó al suelo. El sheriff había ganado. Todo el pueblo estaba Se hacía muy tarde y el abuelo de Luso sabía que hasta la mañana siguiente
gritando de alegría, aunque duro muy poco. Del bar salió el amigo de ‘Dan, no había ningún tren y se fueron a casa a descansar ya que a la mañana
el sucio’. Era “ Darril, cabeza cono”, otro bandolero, el pueblo se puso a siguiente se levantarían temprano para ir a por los bandidos.
temblar.
Bien temprano Luso se despertó y vio a su abuelo preparando los caballos.
Empezó el segundo duelo. Esta vez el sheriff no tuvo suerte. Cayó al suelo En seguida se pusieron en marcha hacia la estación. Cuando llegaron, vieron
desplomado. Entonces mi abuelo bajó a la calle. “Darril, cabeza cono” al verlo el vagón abandonado y sigilosamente estuvieron observando a los bandidos
se puso nervioso, conocía las historias de mi abuelo y tuvo miedo. Con razón, que estaban empezando a despertar. Eran dos bandidos muy conocidos, se
en el tercer duelo que Luso vio, su abuelo ganaba al bandido. llamaban Bribón y Romea, muy peligrosos y buscados por medio oeste por
su atracos, robos y asesinatos.
Todo el pueblo gritaba el nombre de su abuelo, gritaban:
Subieron en el tren y detrás de ellos se subieron Luso y su abuelo, siempre
¡VIVA BIZANO! observando lo que hacían para ver el momento de poder detenerlos y poder
recuperar las monedas.
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