Page 95 - I Concurso literario Miguel delibes
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1   Certamen


 Literatura  Infantil


 Miguel Delibes












 - No se crea, que a mí también me gusta escribir y dibujar. De hecho, en   conocimiento del revisor. Este, sin perder la elegancia que le caracterizaba,


 mis tiempos libres me encanta hacer caricaturas.  le pide el billete del tren. Sin embargo, la única respuesta que hubo fue un


                           Sorry, I don´t speak Spanish.


 La conversación estaba resultando de lo más amigable pero, nada más entrar

 en el túnel de Somosierra, las luces del tren se apagaron y el vagón quedó   Los  tres se miraron  sin saber  muy bien  qué hacer:  ninguno  de los  tres


 en la más profunda oscuridad, tan solo las lucecillas del túnel dejaban ver   hablaba inglés y mucho menos para mantener una conversación. Tan solo


 pequeñas sombras. De repente, Isabel notó un empujón en su hombro, aunque   Isabel chapurreaba un poco.


 con el traqueteo del tren no le dio la menor importancia. Sin embrago, a   Isabel hizo la intención de cogerle el libro que llevaba en las manos a lo que

 la salida del túnel, Isabel se percató de que su bolso estaba abierto. Fue a  el pasajero inglés respondió con un empujón. Empieza así una persecución por


 cerrarlo y se dio cuenta que le faltaba el diario de Abel Casares.  los pasillos del tren. Pero, para sorpresa de los tres, el caballero inglés salta


                           del tren justo cuando estaba bajando de velocidad, al entrar en la estación


 Isabel se puso muy nerviosa. Miguel quería ayudarla  y le preguntó  qué   de Medina del Campo.


 sucedía. Isabel le contó todo lo que había vivido esa mañana en torno al

 diario que le había llegado a casa. Ambos acudieron a avisar al revisor y le   El revisor rápidamente acciona la palanca de seguridad y el tren para en


 pusieron al día de todo lo que había pasado en el túnel.  seco, a escasos pasos de la estación. Intentan seguir al pasajero inglés pero


                           su rastro se ha perdido. Miguel y ella caminan deprisa hasta entrar en la


 El revisor era un hombre cortés y de mediana edad que rápidamente se   estación por un portón grande, con grandes cristaleras. Está llena de gente.

 dispuso a ayudarlos. Fueron vagón por vagón observando detenidamente a


 todos los pasajeros, pero no encontraron a nadie sospechoso. Isabel cada vez  Tienen unos cinco minutos hasta que su tren salga de nuevo. El gentío de la


 se desesperaba más. No sabía lo que estaba sucediendo ni por qué aparecía  estación no les permite observar a las personas detenidamente. Hablan con


 su nombre en el diario de Abel.  el jefe de estación, pero no ha visto nada. Aunque sí les avisa de que está


                           a punto de anunciar la salida del tren procedente de Ariza y con destino a

 Estaban a punto de volver a su vagón cuando un hombre un poco desaliñado  Valladolid. Ya han decidido abandonar su búsqueda cuando Isabel se gira para


 cruza el pasillo del tren con una especie de libro envuelto en un pañuelo   cruzar el andén y, para su sorpresa, vuelve a ver al caballero inglés que se


 negro de mujer. Esto llama la atención de Isabel, que en seguida lo pone en  sube de nuevo en el tren. Avisa a su amigo Delibes y hacen exactamente lo







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