Page 94 - I Concurso literario Miguel delibes
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1 Certamen
Literatura Infantil
Miguel Delibes
- No se crea, que a mí también me gusta escribir y dibujar. De hecho, en conocimiento del revisor. Este, sin perder la elegancia que le caracterizaba,
mis tiempos libres me encanta hacer caricaturas. le pide el billete del tren. Sin embargo, la única respuesta que hubo fue un
Sorry, I don´t speak Spanish.
La conversación estaba resultando de lo más amigable pero, nada más entrar
en el túnel de Somosierra, las luces del tren se apagaron y el vagón quedó Los tres se miraron sin saber muy bien qué hacer: ninguno de los tres
en la más profunda oscuridad, tan solo las lucecillas del túnel dejaban ver hablaba inglés y mucho menos para mantener una conversación. Tan solo
pequeñas sombras. De repente, Isabel notó un empujón en su hombro, aunque Isabel chapurreaba un poco.
con el traqueteo del tren no le dio la menor importancia. Sin embrago, a Isabel hizo la intención de cogerle el libro que llevaba en las manos a lo que
la salida del túnel, Isabel se percató de que su bolso estaba abierto. Fue a el pasajero inglés respondió con un empujón. Empieza así una persecución por
cerrarlo y se dio cuenta que le faltaba el diario de Abel Casares. los pasillos del tren. Pero, para sorpresa de los tres, el caballero inglés salta
del tren justo cuando estaba bajando de velocidad, al entrar en la estación
Isabel se puso muy nerviosa. Miguel quería ayudarla y le preguntó qué de Medina del Campo.
sucedía. Isabel le contó todo lo que había vivido esa mañana en torno al
diario que le había llegado a casa. Ambos acudieron a avisar al revisor y le El revisor rápidamente acciona la palanca de seguridad y el tren para en
pusieron al día de todo lo que había pasado en el túnel. seco, a escasos pasos de la estación. Intentan seguir al pasajero inglés pero
su rastro se ha perdido. Miguel y ella caminan deprisa hasta entrar en la
El revisor era un hombre cortés y de mediana edad que rápidamente se estación por un portón grande, con grandes cristaleras. Está llena de gente.
dispuso a ayudarlos. Fueron vagón por vagón observando detenidamente a
todos los pasajeros, pero no encontraron a nadie sospechoso. Isabel cada vez Tienen unos cinco minutos hasta que su tren salga de nuevo. El gentío de la
se desesperaba más. No sabía lo que estaba sucediendo ni por qué aparecía estación no les permite observar a las personas detenidamente. Hablan con
su nombre en el diario de Abel. el jefe de estación, pero no ha visto nada. Aunque sí les avisa de que está
a punto de anunciar la salida del tren procedente de Ariza y con destino a
Estaban a punto de volver a su vagón cuando un hombre un poco desaliñado Valladolid. Ya han decidido abandonar su búsqueda cuando Isabel se gira para
cruza el pasillo del tren con una especie de libro envuelto en un pañuelo cruzar el andén y, para su sorpresa, vuelve a ver al caballero inglés que se
negro de mujer. Esto llama la atención de Isabel, que en seguida lo pone en sube de nuevo en el tren. Avisa a su amigo Delibes y hacen exactamente lo
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