Page 80 - I Concurso literario Miguel delibes
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1 Certamen
Literatura Infantil
Miguel Delibes
Cuando el tren paró, subimos a un vagón que no era el nuestro. Nos pusimos El vagón restaurante estaba muy alejado de nuestro vagón. Cruzamos cinco
muy nerviosos porque no encontrábamos nuestro vagón y el revisor del tren vagones para llegar. Dos vagones eran como el nuestro y los otros tres eran
nos ayudó a encontrarlo. Cuando colocamos nuestras maletas, nos sentamos distintos. Tenían mesas y filas de asientos alrededor de las mesas. Mi madre
en nuestros asientos. me explicó que estos vagones se usaban por personas que llevan portátiles y
trabajan con ellos durante el viaje. Como era fin de semana estaban vacíos.
El vagón era largo y estrecho. A la derecha del vagón, la fila era de tres Solo vimos a un señor que iba viendo una película en su portátil.
asientos y a la izquierda era de dos. Nuestros asientos estaban a la izquierda.
El vagón restaurante tenía una barra alargada, igual que la de los bares.
El vagón estaba casi vacío, en él viajábamos mi madre y yo; cinco filas más Pero no había ni mesas ni sillas como las de los bares para sentarse. Había
adelante se sentaron unos abuelos y detrás de nosotros se sentó un chico mesas altas y taburetes. Compramos unos bocadillos de tortilla y dos
que no paró de mirar el móvil durante todo el viaje. En las dos últimas filas botellas de agua.
del vagón, viajaron un grupo de amigos que hablaban muy alto.
Cuando volvimos a nuestros asientos me fijé que el paisaje era distinto.
Cuando el tren arrancó miramos por la ventanilla. El cielo estaba gris y solo Pasábamos al lado de un bosque de árboles muy altos. Estaba anocheciendo
se veían edificios altos. A los diez minutos de salir del paisaje cambió, dejamos y había poca luz y una gran luna llena en lo alto del cielo.
de ver la ciudad y empezamos a ver el campo. Veíamos una vasta extensión
de campos de color marrón y a lo lejos había un tractor sembrando las tierras. Después de comer mi bocadillo me dormí. Cuando estábamos llegando a
Barcelona mi madre me despertó. En el andén nos esperaba mi padre.
De repente oímos el sonido que hace una lata de refresco al abrirse. Eran Bajamos las maletas y cuando le vi, corrí hacia él para darle un gran
los amigos que viajaban al fondo del vagón. Abrieron más latas de Coca Cola abrazo.
y desenvolvieron unos bocadillos. ¡Mmmm, qué bien olía! Miré el reloj y ya
llevábamos tres horas de viaje. Le dije a mi madre que tenía mucha hambre Antes de irnos de la estación fuimos a ver una exposición de trenes
y que me diera un bocadillo. Con las prisas, nos olvidamos la merienda y la antiguos que había en una sala. Había maquetas de locomotoras. Lo que
cena en casa. Entonces, fuimos al vagón restaurante para comprar algo de más me gustó fue un viejo tren de vapor.
comida.
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