Page 74 - I Concurso literario Miguel delibes
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1   Certamen


              Literatura  Infantil


                Miguel Delibes


















                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    Por encima del miedo








                                                                                                                                                                                                                                                                                    Manuela García Pérez - Colegio Compañía de María “La Enseñanza”









                                                                                                                                                                                                                                                                           Era un amanecer de otoño del año 1973, me levanté muy temprano, sobre


                                                                                                                                                                                                                                                                           las 06:00 de la mañana. La noche anterior preparé mi equipaje de mano


                                                                                                                                                                                                                                                                           que era lo único que iba a llevarme.





                                                                                                                                                                                                                                                                           Estaba muy emocionada, tenía pensado visitar el barrio de mis abuelos, mis


                                                                                                                                                                                                                                                                           tíos y prácticamente toda mi familia. Casi nunca tenía tiempo para ir, ya


                                                                                                                                                                                                                                                                           que debido a mi nuevo empleo estoy bastante ocupada.





                                                                                                                                                                                                                                                                           Aunque comí tarde, (riquísimo, por cierto, gracias a la receta del delicioso


                                                                                                                                                                                                                                                                           cordero moruno que me enseñó mi padre, a base de aderezarlo con diversas


                                                                                                                                                                                                                                                                           hierbas aromáticas y multitud de especias) pude llegar puntual a la estación.


                                                                                                                                                                                                                                                                           Mientras estaba esperando la llegada del tren, con mi maleta de cuero
                                                                                                             Manuel Gómez Arce.

                                                                                                                   La escapada.                                                                                                                                            marrón en el andén nº 4, por megafonía anunciaron el retraso del que me iba


                                                                                                                      Acrílico.                                                                                                                                            a llevar a Madrid, no explicaron el motivo del mismo. Ya que iba a aguantar
                                                                                                                                                                                                                                                                           un largo tiempo de espera, me senté en un viejo banco al lado de las vías.


                                                                                                                                                                                                                                                                           Después de una bonita charla con una chiquilla que se había sentado junto

                                                                                                                                                                                                                                                                           a mí, vi cómo se acercaba lentamente el tren a lo lejos. La muchacha se


                                                                                                                                                                                                                                                                           despidió de mí al comprobar que aquel frenaba y de él salían dos ancianos






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