Page 66 - I Concurso literario Miguel delibes
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1 Certamen
Literatura Infantil
Miguel Delibes
A la altura de Zaratán, Hugo notó cómo su mochila se movía sola. Pensó Hugo comprobó si su bocadillo seguía en la mochila y se dio cuenta de que
que eran alucinaciones suyas, que seguía estando nervioso después de la Pistachito se había escapado.
carrera que se había dado para no perder el tren.
- ¡Telmo, tenemos un problema! Si el profe descubre que he traído a mi
Pero, de repente, la mochila se movió de nuevo y una cabecita peluda asomó hámster y se lo cuenta a mi madre, voy a estar castigado por el resto de
por la cremallera. mi vida – dijo Hugo con mucho nerviosismo.
Era Pistachito, la mascota de Hugo, un hámster gordinflón y con unos - No te preocupes, Hugo, yo no voy a contárselo a nadie - le contestó su
redondos ojos verdes. amigo.
- ¿Qué haces aquí, Pistachito? No puedo llevarte a la excursión, si me pilla Cuando llegaron a la parada de La Mudarra, volvieron a escuchar gritos y risas.
el profe me va a castigar – dijo Hugo muy asustado.
Todos sus compañeros saltaban sobre sus asientos mientras el profesor
Pistachito le miró con carita de bueno y Hugo no pudo enfadarse con él. perseguía por el vagón una peluca que corría por el pasillo.
- Métete en la mochila y no salgas, por favor – susurró Hugo. Los niños se miraban unos a otros mientras señalaban la cabeza del profesor.
Pistachito obedeció sin protestar. No se lo podían creer…. ¡la cabeza le brillaba como una bola de billar!
El viaje estaba siendo muy tranquilo hasta que, de pronto, al llegar a - ¡Es calvo, es calvo! – gritaban todos sin parar.
Villanubla, se oyeron los gritos de una señora:
La peluca desapareció entre los asientos.
¡Me han robado el bocadillo! He mirado un momento por la ventanilla y, al
girarme, el bocadillo ya no estaba. Poco antes de Medina de Rioseco, todos estaban tan agotados que se quedaron
dormidos pero unos raros sonidos, que salían de la mochila, despertaron
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