Page 267 - I Concurso literario Miguel delibes
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1   Certamen


 Literatura  Infantil


 Miguel Delibes












 Las amigas de la abuela, ayudaban todas las noches, a envolver los regalos   A partir de aquel año, Guillermo perdió la ilusión por la Navidad y se le


 con trozos de telas y lazos de colores que conseguían reunir, porque todos   quitaron las ganas de preparar el mágico viaje de la vieja locomotora, así


 se unían a ayudar en lo que podían.  que esta se destinó solo a hacer los viajes diarios que tenía programados


                           para llevar a la gente de un destino a otro, hasta que llegó el día en que

 La  Sra. Martínez,  la  panadera,  preparaba  decenas  de  bollos  y  pastas,  que   la sustituyeron por un tren de alta velocidad.


 también envolvían como parte de los regalos, para darlos a las familias más


 necesitadas.              La abandonaron, junto a las viejas vías del tren, por las que tantas veces


                           había ido y venido cargada de regalos.

 Martín, el zapatero, junto con vecinas del pueblo, zurcían y cosían zapatillas,


 para regalar también, Cecilia tejía bufandas de mil colores y Mateo montaba   Allí quedó solitaria la vieja locomotora del abuelo Jacobo, sus historias e


 pulseras y collares preciosos.  ilusiones.






 Con los regalos preparados, el día  4  por la noche, Jacobo con su hijo y   Martina iba muchos  días a pasear por la vieja estación,  para visitarla  y

 algunos vecinos, cargaban aquel viejo tren y al día siguiente a primera hora,   recordar aquellos felices años.


 el abuelo  y Guillermo conducían aquel tren de la ilusión, de estación en


 estación, repartiendo alegría.  Martina se hizo mayor, sabía de lo afortunada que había sido en la vida


                           por tener una familia que la quería, un buen trabajo (después de haber

 Cuando Martina empezó a andar y a hablar, su padre, pensó que era   estudiado su carrera de arquitectura) y se acordó de aquellas Navidades del


 buen momento de llevarla con ellos para que fuera compartiendo aquellos   año 1995 de su abuelo.


 momentos tan inolvidables.


                           Entonces en el mes de Octubre de aquel año, decidió que aquellas  Navidades,


 Así pasaron los años  y todos  los 5  de  enero, se convertían gracias a   marcarían el inicio de un nuevo periodo para la vieja locomotora.

 aquella humeante locomotora, en el día mágico para los Vega, hasta aquellas


 Navidades en que el abuelo murió.   Puso manos a  la obra y pensó que si la locomotora ya no podía ir de un


                           sitio a otro, la gente sí que podría venir a ella.







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