Page 19 - I Concurso literario Miguel delibes
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La mirada del Mochuelo era la curiosidad, así como las pecas de la Uca-
Uca eran el amor limpio e inocente y el conocimiento “pajarero” del Tiñoso
podría ser la encarnación del amor por la naturaleza y los seres más débiles.
Quico, el protagonista de El príncipe destronado, desde su extrema candidez le
hacía preguntas a su madre que ni siquiera los adultos se atrevían a responder.
Siempre hubo un hueco en la obra de Delibes para los más pequeños.
Y fue ahí, en El camino, donde el tren hizo su aparición. Dice Delibes: “En
ocasiones se divisaban dos y tres trenes simultáneamente, cada cual con su negro
penacho de humo colgado de la atmósfera, quebrando la hiriente uniformidad
vegetal de la pradera. ¡Era gozoso ver surgir las locomotoras de las bocas de los
túneles!”
El tren era la ruptura de la monotonía, la esperanza de la novedad, el
movimiento frente a la quietud, la vía de comunicación, de apertura, del valle,
hacia el exterior. El ferrocarril unía mundos muy diferentes.
Aunar infancia y ferrocarril en un género que tanto gustó a Miguel Delibes
como es el del relato corto parece algo que tenía que caer antes o después por
su propio peso. Además, contribuye claramente a algunos de los fines en los
que la Fundación Miguel Delibes enfoca su actividad escolar como son mejorar
la comprensión lectora y la capacidad de redacción y, con ellas, la principal
herramienta de aprendizaje de nuestros hoy niños, que serán los ciudadanos del
mañana.
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