Page 164 - I Concurso literario Miguel delibes
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1   Certamen


              Literatura  Infantil


                Miguel Delibes












                              tenemos dinero para ir en avión o en barco así que… ¡Sois los primos niños                                                                                                                                                                   -¡Vamos a ver!


                              que  prueban  el  tren submarino! Todos estábamos  superasustados,  pero,


                              ¿no era lo que queríamos? Dije. Y de repente muy sobresaltada saltó Carla                                                                                                                                                                    Y sin decir nada más salió de la cabina, así que le seguí.


                              gritando ¡no!, ¡no era lo que yo quería! ¡Lo que yo quería era volar en


                              primera! ¡No en un maldito tren submarino!.                                                                                                                                                                                                  Cuando vimos que ahí estaban los tres profesores, María, Sergio y Jorge

                                                                                                                                                                                                                                                                           y escuchamos a María decir muy alterada: Hay que buscar una solución,


                              Bueno niños deberíais  ir  a dormir. Afirmó  Sergio.Y aunque razón  no le                                                                                                                                                                    ¡ya! y los dos vimos que había una grieta. Velozmente salí corriendo a mi


                              faltaba, ya que eran la tres de la mañana, yo no tenía nada de sueño.Pero                                                                                                                                                                    cabina y cogí mi estuche, del estuche saqué mi celo, mi pegamento y mi

                              justo cuando me iba a dormir…                                                                                                                                                                                                                cola extrafuerte y entré en la sala. Nadie creía que iba a funcionar pero lo


                                                                                                                                                                                                                                                                           taparía unos pocos días..,así que me subí a una silla y lo pegué todo.


                              ¡ PIU PIU PIU PIU!


                                                                                                                                                                                                                                                                           -Bueno aguantará un poco. Susurró preocupado Jorge.


                              Y con cara de desgana me levanté y vi a Javi que estaba jugando con su

                              móvil                                                                                                                                                                                                                                        Al poco tiempo todos se fueron despertando como si no hubiera pasado


                                                                                                                                                                                                                                                                           nada, y se nos ocurrió que podíamos investigar sobre la especies marinas


                              -¡ Qué haces !                                                                                                                                                                                                                               que íbamos viendo por la ventana del tren; había algunos muy grandes como


                                                                                                                                                                                                                                                                           los peces luna y las mantarrayas o al contrario otros muy muy pequeños


                              -¡Oh! perdón, es que no me podía dormir. Me respondió él.                                                                                                                                                                                    como la sardina o las anguilas. Cuando por primera vez en mi vida desde la

                                                                                                                                                                                                                                                                           guardería escuché a Miriam gritar (es demasiado tímida). Fue un grito por


                              -No te culpo, yo tampoco.Le dije.                                                                                                                                                                                                            el que me quedé paralizada un segundo, era un grito que decía:






                              -¿Hey, oyes eso? Me preguntó.                                                                                                                                                                                                                ¡UN TIBURÓN!





                              -No es nada, solo son los profesores. Les respondí.                                                                                                                                                                                          Y sin pensárselo dos veces María, la cual estaba con nosotros, salió disparada


                                                                                                                                                                                                                                                                           a decirle al conductor que acelerara y tras muchas muchas y muchas más







                164                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     165
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