Page 7 - Catálogo Caminos de Hierro - 17 Edición
P. 7

Caminos  de  Hierro  2003


                 Durante  años  he  seguido  atentamente  la  evolución  de  uno  de  los  pocos  concursos  fotográficos  que  se  ha
                 mantenido  constante  desde  su  creación  en  1986.  No  es  una  simple  casualidad  que  Caminos  de  Hierro,  sea
                 en  la  actualidad  una  cita  obligada  para  los  amantes  de  la  forografía  y  el  ferrocarril,  pues  su  prestigio  se  ha
                 debido  a  la  perseverancia  de  sus  organizadores,  que  a  su  vez  se  han  visto  apoyados  por  el  nivel  de  los
                 participantes  que,  año  tras  año,  envían  extraordinarias  imágenes a  la  espera  de  recibir  la  ansiada  mención.
                 Una  convocatoria  que  mantiene  un  tema  obligado,  una  especial  característica  que  podría  haber
                 influenciado  negativamente  en  los  resultados  obrenidos,  provocando  una  falta  de  expresividad  en  los
                 participantes,  ante  un  creciente  aluvión  de  aburridas  imágenes,  que  hipotéticamente  hubieran  sido
                 premiadas  en  sucesivas  ediciones,  como  sucede  en  numerosos  concursos  que  solo  se  interesan  por  las
                 cuestiones  técnicas,  apartados  de  las  corrientes  estéticas  que  han  escrito  la  Historia  de  la  Fotografía  y  de
                 las  últimas  tendencias  artisticas  que  afloran  en  el  principio  del  III  Milenio.  Todo  lo  contrario,  la  Fundación
                 de  los  Ferrocarriles  Españoles  ha  conseguido  consolidar  este  certamen,  no  solo  por  el  aumento  consecutivo
                 de  la  cuantía  de  los  premios  que  concede,  sino  por  la  elección  continuada  de  un  jurado  competente  y
                 abierto  a  la  modernidad,  variado  en  cuanto  a  tendencias  y  sobre  todo,  otorgándole  entera  libertad  en  sus
                 deliberaciones.  Orra  característica  que  contribuye  al  éxito  alcanzado  de  Caminos  de  Hierro,  es  que  cada
                 edición  no  finaliza  con  la  entrega  de  los  premios,  sino  que  la  obra  de  estos  autores,  junto  a  la  última
                 selección  del  jurado,  es  publicada  en  un  catálogo  y se  acerca  a  numerosas  ciudades  españolas  para  ser
                 expuestas  en  sus  estaciones  de  ferrocarril  y  que  es  visitada  por  un  sector  muy  amplio  de  los  usuarios  que
                 utilizan  este  fantástico  medio  de  transporte,  así  como  por  el  público  interesado  en  la  fotografía  y  el
                 ferrocarril.  Una  iniciativa  que  ha  conseguido  ser  una  de  las  escasas  ayudas  en  la  difusión  de  los  autores
                 que  empiezan  a  utilizar  la  fotografía  como  una  forma  de  expresión  artística.
                 En  2001,  tuve  la  suerte  de  ser  invitado  a  formar  parte  del  jurado  por  primera  vez  y  pude  comprobar
                 directamente  los  parámetros  humanos  que  impulsan  el  desarrollo  y  la  organizacién  del  certamen,  la  gran
                 cantidad  de  obras  presentadas,  la  calidad  de  los  participantes  y  el  nivel  de  discusión  del  jurado.  Este  año
                 he  vuelto  a  tener  el  honor  de  participar  otra  vez  en  el  jurado  para  reunir  la  seleccién  que  ahora  podemos
                 admirar  en  este  catálogo  y  en  la  exposición  que  recorrerá  de  nuevo  todo  el  territorio  español.  Nuestra
                 discusión  estuvo  centrada  en  los  niveles  de  comunicación  que  cada  imagen  aporta  con  relación  a  la
                 evolución  de  este  medio  de  transporte y  el  nivel  estético  que  debe  poseer  toda  imagen  procesada  con  la
                 escritura  de  la  luz,  sin  tener  en  cuenta  el  procedimiento  empleado.  No  cabe  duda  que  el  viaje  recorrido
                 por  la  fotografía  ha  ido  en  paralelo  con  el  del  ferrocarril,  pues  ambos  descubrimientos  nacieron  en  una
                 misma  época  y  han  avanzado  vertiginosamente  hasta  alcanzar  la  evolución  tecnológica  actual,  que  parece
                 que  no  tiene  fin.  Las  imágenes  seleccionadas  nos  presentan  una  gama  de  visiones  actuales  de  las
                 infraestructuras  ferroviarias  más  variadas,  entre  paisajes  muy  distintos  y  son  una  muestra  de  las
                 posibilidades  que  ofrece  cualquier  tema,  cuando  se  ejerce  una  mirada  con  libertad  creativa.
                 Una  selección  de  cien  fotografías  que  mantienen  un  alto  nivel  de  calidad  y  que  provocó  una  larga
                 deliberación  para  ir  eligiendo  cada  uno  de  los  premios,  ante  la  propuesta  de  cada  miembro  del  jurado  que
                 defendía  aquellas  imágenes  que  más  le  impresionaban.  En  definitiva  el  mecanismo  es  simple  y  se  trata  de
                 componer  un  consenso  entre  las  diferentes  sensibilidades  que  en  esta  ocasión  tuvimos  el  privilegio  de
                 poder  elegir.  Así  fueron  destacándose  un  grupo  de  diferentes  imágenes  entre  las  que  inmediatamente
                 vimos  la  que  más  se  ajustaba  al  Premio  "El  tren:  vía  de  comunicacion”,  una  imagen  en  blanco  y  negro
                 tomada  en  Namibia  por  Juan  Jesús  Huelva  Esteban,  donde  las  extremas  llanuras  muestran  numerosas
                 huellas  de  vehículos,  pero  solo  una  vía  férrea  logra  traspasar  sobre  un  sencillo  puente,  esa  brecha  negra
                 que  divide  en  dos  espacios  ese  lugar  tan  recóndito.  También  el  Premio  Autor  Joven  se  resolvió  de
                 inmediato  al  ver  las  posibilidades  que  tenía  la  impresionante  composición  en  diagonal,  que  Mónica
                 García  Carrera  ha  titulado  Dos  mundos,  gracias  a  la  conjunción  que  enfrenta  en  un  fotomontaje  perfecto,
                 la  velocidad  de  un  tren y  la  mirada  del  extraño  campesino,  bajo  un  común y  colorido  horizonte.

                 A  partir  de  este  momento  fuimos  eligiendo  cada  uno  de  los  diez  accésit,  dejando  para  el  final  la  elección
                 de  las  dos  mejores  fotografías.  El  movimiento  del  tren,  Sin  ítulo  3,  es  logrado  por  Nicolás  Lainez  en  una
                 sinfonía  en  blanco  y  negro  que  atraviesa  un  precioso  valle  entre  montañas,  una  sencilla  y  moderna
                 instantánea  que  nos  obliga  a  situarnos  en  los  recuerdos  de  nuestros  más  felices  viajes.  Otra  instantánea,
                 ese  reflejo  Sin  título,  nos  entrega  una  eterna  y  simbólica  despedida,  que  recogida  por  Nacho  G.  Ordóñez
                 en  una  anónima  estación,  nos  cautiva  por  su  mirada  tan  triste  y  melancólica.  En  cualquier  estación  de
                  Cercanías,  Miguel  Palacios  Ruiz  ha  encontrado  un  bello  contraste  entre  la  carrera  de  una  persona  y  su
                  perro,  frente  a  la  estela  que  dejan  los  colores  del  tren.  Escenas  cotidianas  que  son  observadas  por  la  mirada
   2   3   4   5   6   7   8   9   10   11   12