Presentación
"Premios del Tren 2019"
El tren, fuente de creación literaria
José Luis Ábalos Meco
Ministro de Fomento
y Presidente de Honor
de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles
Un nuevo convoy de relatos de temática ferroviaria llega puntual a esta
estación del talento que son los Premios del Tren “Antonio Machado” de
Poesía y Cuento, cuya última edición recopilamos aquí.
Desde aquel primer Premio de Narraciones Breves de 1977 hasta la fecha, han
sido muchos los viajes emprendidos por escritores y poetas vocacionales que
luego se han convertido en autores de prestigio.
Este andén creativo ha sido parada escogida, entre otros, por Francisco
Umbral, Benjamín Prado, Vicente Molina Foix, Manuel Vilas, Felipe Benítez
Reyes, Eduardo Mendicutti, Carlos Marzal, Raquel Lanseros o Vicente Gallego.
La nómina de viajeros excelentes es tan extensa que hoy nadie duda de que
este certamen, tanto en la categoría de relatos como en la de poemas, es una
institución literaria de primer nivel en España.
Resulta preceptivo, entonces, llamar la atención sobre los abajo firmantes
de este volumen, pues no sería extraño que alguno de ellos recoja el testigo
del éxito de sus predecesores en el podio de los Premios del Tren.
Pocos temas son tan sugestivos para la creación literaria y entrañan tanta
fuerza creativa como el tren. En los trenes y la imaginería ferroviaria se
han inspirado los más grandes. ‘El tren’ es uno de los poemas más célebres
de Antonio Machado, quien nos enseñó que la mejor forma de viajar y
conducirse en la vida es ir “ligero de equipaje”. También los poetas
futuristas, el Nobel chileno Pablo Neruda, el ruso Maiakovski, o Miguel
Delibes repararon en el tren y su simbolismo para producir versos y textos
de una lucidez y una potencia expresiva sin igual.
Si el tren y cuanto lo rodea siempre han sido una fuente inagotable para la
creación, ahora más que nunca está el ferrocarril llamado a estrechar su
relación con el mundo de la literatura y los libros. La revolución digital
ha multiplicado las fuentes de información y ha imprimido tanta celeridad a
nuestros hábitos que lo que suele resultar difícil es procurarse el tiempo y
el espacio de sosiego suficientes como para abandonarse a la lectura.
Una de las ventajas de viajar en tren, que diría Antonio Orejudo, es que se
trata probablemente del medio de locomoción más idóneo para leer. Por eso,
en la vida como en los trenes, ligeros de equipaje sí… pero acompañados
siempre de un buen libro. Como el que aquí se ofrece.
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